El portavoz del grupo parlamentario del Partido Riojano, Miguel González de Legarra, ha analizado la última legislatura del Parlamento regional y ha aseverado que “ha sido la segunda más pobre desde el punto de vista democrático, la primera fue cuando el PP y el presidente del Parlamento, José Ignacio Ceniceros, arrebataron el grupo parlamentario al Partido Riojano por la fuerza”.
En estos últimos cuatro años, recuerda González de Legarra, hemos vivido dos acontecimientos sin precedentes en el parlamentarismo riojano. “La decisión del presidente del Parlamento de prohibir la entrada al hemiciclo al pueblo riojano, al que legítimamente representamos, y la decisión, también del presidente, de expulsar a una diputada y suspenderle de sus funciones, dos decisiones graves y adoptadas por la misma persona”.
Estas situaciones, apunta, demuestra una vez más que el presidente del Parlamento regional defiende siempre los intereses del Partido Popular y los del presidente del Ejecutivo regional. “José Ignacio Ceniceros ha tirado por tierra la independencia del parlamento, ha consentido la ausencia de debates, y los pocos que ha habido, han estado dominados por el Ejecutivo con la consiguiente pérdida de protagonismo por parte de los grupos parlamentarios”.
De hecho, para el portavoz regionalista, en esta legislatura se ha acusado en mayor medida la fuerza del Gobierno regional. “Los pocos debates que han sido no se han desarrollado entre diputados sino entre los diputados de los grupos de la oposición y los representantes del Gobierno regional porque la mayoría de los diputados del PP únicamente acudían a los plenos a levantar la mano cuando así se lo indicaba su Gobierno lo que demuestra su nula capacidad para tomar decisiones por sí mismos”.
Pero además de notar en exceso la fuerza del Gobierno regional, hemos vivido una legislatura en la que el letrado mayor ha ejercido de asesor personal del presidente, un letrado que en ningún momento ha defendido los intereses colectivos del Parlamento. “Los diputados de la oposición nos hemos sentido desamparados por la actitud partidista del letrado mayor de la cámara”.
Todas estas situaciones, contaminan el resto de la actividad parlamentaria en la que la aprobación de un número determinado de leyes no es garantía de que esas leyes vayan a mejorar o a suponer un plus en la vida de los riojanos.
En definitiva, resume, ésta ha sido una legislatura penosa desde el punto de vista democrático. Una legislatura que ha terminado de forma precipitada por una decisión del PP y del presidente del Parlamento. “La junta de portavoces nunca ha acordado suprimir los plenos en el Parlamento hasta después de las elecciones, ha sido una decisión del PP y del presidente del Parlamento regional”.
Una decisión errónea, considera González de Legarra, al igual que lo son las excusas y justificaciones. “Confundir el debate público y el control de la acción del gobierno con batallas electorales ponen de manifiesto la escasez intelectual y cortedad de miras del presidente del Parlamento regional“.
¿Por qué se habla de evitar que el Parlamento se convierta en una batalla campal con fines electoralistas y luego se permiten las comisiones a las que estamos asistiendo estos días? ¿Es que el Gobierno de La Rioja sí que pude utilizar el Parlamento con fines electorales?
